Baeza

 

Baeza


Sin título
Baeza, Manuel
31x34
Gouache sobre papel

Uno de los primeros pintores con los que se relacionaron Juan y Lolita fue Manuel Baeza Gómez (1911-1986). Fruto de esta amistad, el artista les obsequió con este cuadro que siempre ocupó un lugar destacado en su hogar. Juan sentía un especial cariño por la historia que para él representaba esta pintura y que siempre contaba a todo el que se detenía ante este cuadro: «dos ‘mujeres de la vida’ que ante dos vasos y una botella de alcohol piensan en su vida mientras esperan a un cliente».

Desde su fundación, Baeza fue profesor, por concurso oposición, de la Escuela Profesional de Bellas Artes de Alicante, de la cual Juan Coll Barraca fue alumno. Este conservó diversos catálogos de exposiciones de Baeza; alguno de ellos dedicado: «A mi ex alumno Juan Coll. Con mi mayor afecto.»






Barcas (1950)
Baeza, Manuel
106x59
Óleo sobre lienzo


De su estancia en París durante los cincuenta, Baeza recibirá influencias del cubismo y de los movimientos vanguardistas del momento, aunque aplicará su refinado filtro personal cargado de estilizado idealismo y mediterraneidad. Son obras, marinas y barcas, de moderna factura, donde los elementos estructurales de la composición poseen simultáneamente diferentes puntos de vista. 


 


Sin título
Baeza, Manuel
47,5x34
Lápiz y acuarela sobre papel


Boceto de un mural para el Hotel Carlton de Alicante, actualmente Residencia Jorge Juan del Ministerio de Defensa, llevado a cabo por Baeza alrededor de 1956. Baeza se decidió por temas muy adecuados para este tipo de grandes composiciones como pueden ser los ciclos dedicados al mar y a la tierra. Baeza representa aquí a las gentes del mar con notable nitidez, su composición es diáfana, rica en las entonaciones propias del Mediterráneo: azules y verdes, caprichosos amarillos, rojos, lilas, húmedas arcillas y ocres pastosos. Vemos, como si lo tuviéramos cerca, los motivos más visibles del puerto: las barcas, las redes, las palmeras incesantes. En esta composición de Baeza, plana y frontal, de rotundo dibujo, todo se convierte en amable reposo. Asimismo, un fragmento del mural sirvió para ilustrar la portada del libro del periodista y escritor Antonio González Pomata (1926-1996): Alicante, rutas de arte, historia, leyenda y tradición.




Una foto del mural puede contemplarse en:


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